Cuando ya no eras parte del presente, cuando eras parte de los recuerdos de la infancia. Apareciste.
Con tu teclado al hombro y con esa sonrisa inocente (que hace que nada inocente pase por mi cabeza).
Sé que no me buscabas y sé perfectamente que yo tampoco lo hacia, pero de todas maneras estabas parado frente a mi y solo atine a decir mil tonteras a cada pregunta tuya.
Y ahora? Ahora no sé que hacer... cada canción, cada libro y cada maldito suspiro me vuelven a ti.
Sé que es tontería, que pasará un tiempo y volverás a estar enterrado en el fondo de mis recuerdos de infancia.
Pero aun así ahora no puedo quitarte de mi cabeza.
Vuelves y tú sin notarlo.
Lo único que puedo pedir es que esta sensación pase pronto y que yo vuelva mi vida llena de ecuaciones y tubos de ensayo... y tú. Tú sigas sin notar que esta tonta te piensa como lo ha hecho cada verano desde que lo recuerda.